Los casinos buscan atraer a los jóvenes con los videojuegos
Las Vegas sigue siendo uno de los referentes turísticos de todo el mundo, y aunque sus hoteles y casinos siguen atrayendo a un gran número de personas, los tiempos cambian. Las máquinas tragaperras ya no atraen a las generaciones más jóvenes, y los responsables de esos establecimientos están tratando de adaptarse a esa realidad.
Esa es la razón de que muchos de ellos estén considerando los videojuegos como la próxima gran tendencia de esos salones, que antes estaban dominados por tragaperras y mesas de póker, blackjack o ruleta y que ahora podrían ver cómo poco a poco máquinas recreativas especializadas e incluso puestos para videojuegos del segmento de los eSports comienzan a ocupar más y más espacio.
Un estudio sobre el segmento de los casinos y hoteles de Las Vegas ha revelado que los tiempos han cambiado también para este tipo de negocio: “en 2014 los millenials (nacidos entre los 80 y el año 2000) fueron el 27% de los visitantes de Las Vegas, pero solo el 63% jugó en comparación con el 78% de baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) y el 68% de los visitantes de la Generación X (nacidos desde mediados de los 60 hasta principios de los 80 aproximadamente)”, se afirmaba en dicho estudio.
Eric Meyerhofer, CEO de Gamblit Gaming -una empresa que desarrolla juegos “modernos” para casinos- lo explicaba de forma clara:
La mayoría de los visitantes de Las Vegas están por debajo de los 50 años, pero la mayoría de los que juegan a las tragaperras tienen más de 50.
Por ahora, los videojuegos están acudiendo son sencillos y tratan de incitar a los mismos principios que hicieron triunfar a las tragaperras, pero añadiendo mayor interactividad y participación por parte de unos jóvenes que no parecen querer máquinas pasivas.
Por último, también existe la posibilidad de que los eSports lleguen a los casinos a través de juegos que introducirían la posibilidad de apostar por los jugadores que los juegan en competiciones que se jugarían o retransmitirían en esos casinos. Algunos creen que hay barreras morales sobre todo considerando que están dirigidos a audiencias más jóvenes, vulnerables y con menos ingresos, pero parece que ese paso es inevitable.